Además de la mejor defensa del año, Colo-Colo sumó al goleador del Apertura (Chamagol), el goleador del Clausura (Neira) y el goleador del año (Quinteros), todos jugadores distintos, como para graficar que cada uno de los que se puso la alba en este 2002 fue un aporte más significativo que lo que podían ser en años anteriores.
Después del Apertura, la vara quedaba alta. Colo-Colo había ganado las 15 fechas, llegado a semifinales en los playoffs, tenía a los goleadores del torneo (Chamagol y Quinteros), y había jugado un fútbol de alto nivel. El comienzo del Clausura no era malo. Triunfo en Coquimbo y empate de local ante la UC, en un partido en que el Cacique le pintó la cara al campeón del Apertura.Los próximos partidos, frente a Palestino y Cobreloa, mostraron al equipo con poco peso ofensivo, y pocas ideas en el medio. El triunfo en el partido frente a Audax, con partidazo de Principiano, más los primeros goles del torneo para Neira y Quinteros, pintaban mejor lo que sería el futuro albo en el torneo. Pero una nueva caída en casa, esta ante Wanderers, significaba otra paso atrás. 2 triunfos (el Chago y Rangers) para subir, pero una derrota (San Felipe) y un empate en casa (y casi derrota) ante el colista Temuco no tenían contento a nadie.Triunfo en Concepción, empate con Huachipato, 0-0 con los chunchos en un clásico para la siesta, para terminar las 15 fechas con una derrota en el Salvador y un triunfo ante la unión en el Monumental. Colo-Colo finalizaba séptimo apenas, y con un nivel futbolístico apenas discreto. La apuesta para los playoffs era “hacerlo lo mejor posible”, sin pensar siquiera en repetir las semis del Apertura
El destape viene en la liguilla
Primer tiempo en el Monumental en el primer partido de la liguilla, y Colo-Colo cae por 0-2 ante la Unión Española. Parecía que finalmente llegaba el fin de Colo-Colo en estos playoffs. Al comienzo del segundo tiempo, con el vital ingreso de Madrid, el cacique descuenta con un penal de Espina, y Neira pone el 2-2 y el 3-2 para rubricar un triunfo a la antigua, con más garra que fútbol. De hecho, algún matutino escribió al dia siguiente que “Colo-Colo demostró que futbolísticamente no está para campeón”. El domingo lograría la clasificación con un 0-0 en Santa Laura. Cuartos de final ,y el rival es Cobresal. Espina comanda la banda blanca, y un 4-1 espectacular, con goles de Quinteros, Neira, Mena y Espina, el cacique selló la serie, la que sería ganada en el Salvador con triunfo 3-1, goles esta vez de Leal, Fierro y Neira. Las semifinales eran complicadas. El rival, Cobreloa, el imbatible Cobreloa de Nelson Acosta, y más encima la serie se definiría en Calama...
Un 2-0 inapelable en el Monumental ,con un sorprendente Colo-Colo y un iluminado Espina, más los goles del renacido Quinteros y de Huaiquipán, nos llevaban a Calama a buscar la clasificación. Con los antecedentes del apertura, el resultado no podía ser otro: triunfo en Calama, el tercero del año, por 2-1, y un final de carnaval. Ya había pasado la valla difícil. Ahora quedaba la final ante la UC, nada menos. La final que no fue en el Apertura.
La final partió para Colo-Colo. En el Monumental, Ramírez le pegó un codazo a Fierro y dejó a su equipo con 10. En el segundo tiempo, abriendo la etapa, Espina puso el 1-0, y al cierre, Quinteros el 2-0. Ya estaba casi listo.
La segunda final, en el Nacional, repleto de colocolinos, empezó mal. Las cuicas se pusieron 1-0 arriba, pero rapidamente Espina puso el empate con un penal. Cuando Leal empezó a volverlos locos, le pegaron una patada en la cara y uno menos (Acuña). A los minutos, Perez le da un codazo a Aceval y para la casa. Con 9, en el segundo tiempo pudo ser carnaval, pero solamente les hicimos 2. Neira, los 2 por supuesto.
Así, se cumplió el sueño de todo colocolino, de ganar una final en un momento como el que pasa la institución, con un equipo formado en casa, que ganó 7 de los 8 partidos de los playoffs, y el otro lo empató a 0. Una campaña así ahorra más comentarios.
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